Voy a proponer tres modos de subjetivación que se presentan como acontecimientos en los que vivir es contradecir, enfrentar, provocar y retar la vida misma y en los que, como plantea Santiago López Petit, pensar es pensar contra el pensar, amar es amar contra el amar y el querer vivir deviene desafío. Son acontecimientos que constituyen posiciones del sujeto frente a la vida tal y como está dada: latransgresióncomo “pasión alegre” que es potencia del ser, laanomalíacomo modo de vida, y eldisenso como práctica política. Estas posiciones del sujeto están configuradas desde la fuerza de la palabra que se articula en narraciones de identidad y de acción: los modos de subjetivación son modos de un ponerse a si mismo del sujeto y se configuran como relatos, narraciones de presentación y, al mismo tiempo, narraciones que al decirse son ya un hacer algo, un “ponerse en marcha”.Desde este lugar me pregunto por la práctica narrativa, por las posibilidades de una práctica que alimente modos de subjetivación que desafíen el orden, como la transgresión, la anomalía y el disenso.